A la hora de comprar una casa muchas veces es complicado acceder a un préstamo hipotecario, por lo que si te has preguntado alguna vez si se puede pedir un préstamo personal para comprar una casa, te daremos la respuesta en este blog.
Pero antes, ¿conoces la diferencia entre un préstamo personal y uno hipotecario? Te lo contamos a continuación en detalle para que sepas qué ofrece cada uno.
Préstamo personal VS. Préstamo hipotecario
Ambos tipos de préstamos son fuentes de financiación ajena. No obstante, un préstamo personal es aquel en el que el prestamista le da una cantidad de dinero al prestatario, quien deberá devolverlo en un plazo y con unas condiciones determinadas. No obstante, en caso de que el deudor no cumpla con los plazos y condiciones pactadas, éste deberá responder con todos sus bienes presentes y futuros.
Esto quiere decir que el prestamista podría embargar al prestatario cualquier inmueble que posea en la actualidad o en el futuro hasta cobrar la totalidad del préstamo y sus intereses.
Sin embargo, el prestamista corre el riesgo de que el deudor no posea ningún bien en la actualidad del cual cobrarse la deuda. Es ahí donde recae la principal diferencia entre un préstamo personal y uno hipotecario.
En el lado contrario, en el préstamo hipotecario existe un inmueble que puede ser vendido en caso de que la deuda no sea pagada, mientras que en el préstamo personal este inmueble puede existir o no. Esto supone un gran riesgo para el prestamista.
Además de esta gran diferencia, existen otras más generales derivadas de la anterior. Por ejemplo, los préstamos hipotecarios tienen un mayor plazo de devolución, la cuantía a prestar suele ser mayor, tienen menos intereses y los gastos de constitución son más elevados.
¿Pero entonces se puede pedir un préstamo personal para comprar una casa?
La respuesta es sí, se puede pedir un préstamo personal para comprar una casa sin ningún problema. Eso sí, debes tener en cuenta que, como comentamos anteriormente, los préstamos personales suelen tener unos intereses más elevados que los hipotecarios.
Esto quiere decir que, si pides un préstamo personal, el precio final de la vivienda será bastante mayor que si la comprases a través de una hipoteca. El motivo principal de esto es que es mucho más fácil obtener un préstamo personal, ya que te ponen menos impedimentos a la hora de solicitar un préstamo hipotecario.
Además, los plazos de devolución serán más cortos (suelen ser inferiores a los 10 años), lo cual supone que las cuantías que tengas que pagar todos los meses sean mayores que las de un préstamo hipotecario.
Sin embargo, en muchas ocasiones, los bancos solo conceden hipotecas a partir de los 50.000€ aproximadamente. Es por ello que, si la cuantía que necesitas para comprar tu vivienda es inferior a esta cantidad y necesitas un préstamo para ello, deberás optar por un préstamo personal.
Otros de los impedimentos que pone el banco y que debes tener en cuenta si quieres solicitar una hipoteca, es que nunca te prestarán el 100% del valor de la vivienda que deseas comprar. Lo más probable es que te presten entre el 60 y el 90% del precio total de la vivienda.
Esto supone que deberás tener ahorros suficientes para pagar al propietario la cantidad restante del precio de la vivienda. Además, de los gastos de gestión de la compra de la vivienda (gastos de constitución de la hipoteca, gastos de notaría, etc).
Muchas personas no cuentan con esta cantidad de dinero inicial, por lo que se les hace imposible acceder a un préstamo hipotecario, siendo una mejor opción para ellos los préstamos personales.
No obstante, si lo que necesitas es una hipoteca, pero aún no tienes el dinero suficiente, te dejamos por aquí algunos consejos sobre cómo ahorrar para comprar una vivienda.