El proceso de comprar una casa puede ser abrumador y confuso, sobre todo cuando empiezan a aparecer requisitos para solicitar una hipoteca. Por eso, para simplificar en lo posible algunas de estas cuestiones, en este artículo explicaremos qué es un aval hipotecario.
Para ello, desglosaremos este término con preguntas y respuestas a modo de guía sobre qué es un aval hipotecario, para qué se utiliza, cómo funciona, cuánto dura y cómo se puede quitar. Así que, si estás considerando comprar una casa, ¡sigue leyendo para entender mejor este aspecto fundamental del proceso hipotecario!
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¿Qué es un aval hipotecario?
Un aval hipotecario es una garantía financiera que se utiliza en transacciones inmobiliarias. En esencia, es una promesa de pago hecha por un tercero, generalmente un familiar cercano o amigo, que se compromete a asumir la responsabilidad del préstamo hipotecario si el prestatario principal no puede cumplir con los pagos.
¿Para qué se utiliza?
El aval hipotecario se utiliza para proporcionar seguridad adicional a los prestamistas. Cuando un prestatario no cumple con los pagos mensuales del préstamo hipotecario, el avalista está legalmente obligado a cubrir esas deudas.
Esta garantía reduce el riesgo para el prestamista y, por lo tanto, puede aumentar las posibilidades de que un prestatario sea aprobado para un préstamo hipotecario.
¿Cómo funciona?
Imagina que estás buscando comprar una casa, pero tu historial crediticio no es lo suficientemente sólido como para garantizar la aprobación del préstamo hipotecario por parte del banco. En este caso, un miembro de tu familia, un amigo cercano o cualquier persona dispuesta a ayudarte podría actuar como avalista. Su buen historial crediticio y estabilidad financiera aumentan la confianza del prestamista, lo que puede llevar a la aprobación del préstamo.
¿Cuánto dura un aval hipotecario? ¿Qué validez tiene?
La duración de un aval hipotecario generalmente coincide con el plazo del préstamo hipotecario. Por ejemplo, si has obtenido un préstamo a 30 años, el aval también estará vigente durante ese período. Durante este tiempo, el avalista está legalmente vinculado al préstamo y es responsable de los pagos si el prestatario principal no puede cumplir con sus obligaciones.
…y si quiero eliminarlo, ¿cómo puedo hacerlo?
La buena noticia es que los avales hipotecarios no son permanentes y se pueden quitar en determinadas circunstancias. Aquí hay algunas formas comunes de hacerlo.
- Refinanciación: Si has mejorado tu situación financiera desde que obtuviste el préstamo hipotecario inicial, podrías considerar la refinanciación. Al refinanciar, puedes solicitar un préstamo nuevo basado en tu propio historial crediticio y estabilidad financiera, eliminando así la necesidad del avalista.
- Pago parcial o total del préstamo: Si has pagado una parte significativa del préstamo y el valor de la propiedad ha aumentado, es posible que puedas negociar con el prestamista para liberar al avalista.
- Venta de la propiedad: Si decides vender la propiedad que compraste con el préstamo hipotecario, el préstamo se liquidará con el producto de la venta y el avalista quedará liberado de cualquier responsabilidad.
- Negociación con el prestamista: En algunos casos, los prestamistas pueden estar dispuestos a liberar al avalista si el prestatario demuestra una capacidad financiera sólida y un historial de pagos consistentes.
Una vez reunida toda esta información, podremos presentar la solicitud en el Registro de la Propiedad correspondiente.
El aval hipotecario es una herramienta útil que puede ayudarte a obtener un préstamo hipotecario cuando tu situación financiera es menos que perfecta. Sin embargo, es importante entender que esta garantía no es permanente y puede ser eliminada con el tiempo.
Si estás considerando utilizar un aval hipotecario o te encuentras actualmente bajo esta estructura, asegúrate de entender completamente tus obligaciones y consulta con nuestros profesionales inmobiliarios. La compra de una casa es una gran inversión y entender cada aspecto del proceso te ayudará a tomar decisiones financieras sólidas y bien informadas.